¿Boca abajo? ¿Boca arriba? ¿De qué lado? Te damos las claves para que sepas cuál es la mejor postura para dormir. La correcta posición de tu cuerpo en la cama te ayudará a descansar de forma saludable.
Dormir adecuadamente es primordial para lograr un descanso reparador, optimizando las funciones que nuestro cuerpo requiere mientras dormimos y también evitaremos posturas forzadas que nos puedan generar dolores corporales. ¿cuál es la mejor postura para dormir? ¿Es bueno dormir boca abajo?
Quizás nunca te hayas detenido a pensar que postura es la idónea para dormir. Por este motivo, te damos todas las claves que según los expertos debes tener en cuenta para saber cuál es la más adecuada y qué beneficios tiene. Sabemos que no es fácil variar la posición de dormir después de los años, pero podrás saber las ventajas y desventajas de cada una de ellas.
Importancia de la postura para dormir
Dormir es de vital importancia para tener una óptima salud, dado que pasamos durmiendo una tercera parte, es básico que lo hagamos de la manera correcta. Según estudios científicos, durante el sueño nuestro cerebro elimina las toxinas acumuladas a lo largo del día. De esta forma, tener un sueño de calidad puede prevenir o incluso tratar enfermedades neurodegenerativas.
Durmiendo bien, te despertarás con los músculos descansados, la mente despejada y con más vitalidad. Sin embargo, no todo el mundo se beneficia de las ventajas de un buen descanso, y puede estar debido a la postura para dormir.
CARACTERÍSTICAS Y BENEFICIOS DE CADA UNA DE LAS POSTURAS
Las mejores posturas para dormir
1. Dormir de lado
Es una de las dos más recomendables, junto con dormir boca arriba. Su nombre técnico es decúbito lateral y es aconsejable hacerlo sobre el lado izquierdo. Los principales beneficios son:
- Reduce la acidez estomacal: dormir sobre el lado izquierdo reduce los ácidos estomacales, también te ayudará a comer liviano por las noches, dejar de fumar y no ingerir alcohol.
- Favorece los procesos linfáticos: esta postura ayuda a limpiar los desechos del sistema nervioso, es decir, del cerebro y la médula espinal.
- Beneficiosa para las embarazadas: sobre todo, en los últimos meses es aconsejable dormir de lado sobre el costado izquierdo. Además, esta postura beneficia al feto al incrementar los nutrientes y la sangre que llega a la placenta.
2. Dormir Boca Arriba
Esta postura no está recomendada para las embarazadas y en el caso de que ronques, pero aporta muchos beneficios al resto. Cómo son:
- Previene y alivia los dolores musculares: si padeces contracturas de espalda, en el cuello y los hombros, esta es tu postura ideal. El motivo es que cuando duermes boca arriba tu columna vertebral se mantiene recta y estirada.
- Evita el reflujo y otros males estomacales: dormir boca abajo hace que el estómago y otros órganos estén presionados contra el colchón. En cambio, si duermes boca arriba evitarás problemas estomacales como la acidez, el reflujo o los gases.
Resumiendo, las funciones vitales del organismo mejoran mucho si eliges la postura adecuada para dormir.
Las peores posturas para dormir
1. Dormir en posición fetal
Es habitual que las embarazadas escojan esta posición cuando tienen problemas para dormir y no saben cómo ponerse. Incluso las personas que roncan mucho optan también por esta posición. No obstante, está poco recomendada por las siguientes razones:
- Provoca una curvatura en la columna que podría ocasionar dolores o contracturas, además esta postura no permite que se relaje y hace que no puedas descansar plácidamente.
- Reduce la respiración diafragmática, que es la que efectuamos al dormir, además las rodillas oprimen al estómago. Como consecuencia, nos levantaremos con la sensación de que nos falta el aire y con indigestión o dolores estomacales.
2. Dormir boca abajo
Quiero comentarte que de todas las posturas es la menos recomendable de todas. Como ya te he indicado anteriormente, se ejerce mucha presión sobre el estómago, el diafragma, pero también sobre las articulaciones y la musculatura.
Podría generarte dolores de espalda y cervicales, molestias en los senos, el pecho y contracturas en los hombros. Además, podrías levantarte con alguno de los brazos o manos adormecidos.
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